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Este mes de mayo se rememoran dos fechas importantes: la primera se celebró este jueves 21, nos referimos al día de la Diversidad Cultural. La segunda se conmemora 25 de mayo, Día de ÁfricaDos fechas de gran significación planetaria se conmemoran este mes de mayo. La primera se rememoró el pasado jueves, se trata del día 21, fecha en la que se celebra el Día de la Diversidad Cultural, instaurada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), la segunda es el 25 de mayo, el Día de África. Ambas fecha la vivimos en la cotidianidad de nuestro país, de nuestras localidad, es decir, no se trata de una conmemoración, más bien son fechas anuales donde debemos evaluar, reflexionar y hacernos preguntas muy concretas como por ejemplo: ¿Cómo asumimos la diversidad cultural en la cotidianidad? ¿Qué hacemos para preservarla? Que hacen las instituciones públicas para apoyarla? Por otro lado, debemos preguntarnos ¿Cómo entendemos la africanía? ¿Cómo vemos a África hoy? Cómo percibimos a este continente madre de la humanidad?, no sólo en sus contribuciones históricas del pasado, sino en su complejidad contemporánea, y ¿cómo se relaciona nuestro Estado con esos países hermanos? ¿Qué es la diversidad cultural? Después de la voladura de la torres gemelas en New York, el 11 de septiembre del año 2001, y también culminando la III Conferencia Mundial contra el racismo, el gobierno de George Bush y los países occidentales lanzaron una ofensiva racista y hegemónica contra las culturas que olieran a “tercer mundo”, es decir, comenzando el tercer milenio de la humanidad se trató de imponer un solo modelo cultural para protegerse contra el terrorismo.
A partir de allí aumentó la intolerancia, la xenofobia y el racismo. Sin embargo, fue en noviembre de ese mismo año que los sectores mas lúcidos de la UNESCO lanzaron La Declaración de la Diversidad Cultural expresando que: “La defensa de la diversidad cultural es un imperativo ético, inseparable del respeto de la dignidad de la persona humana. Ella supone el compromiso de respetar los derechos humanos y de las libertades fundamentales, en particular, los derechos de las personas que pertenecen a minorías y de los pueblos autóctonos. Nadie puede invocar la diversidad cultural para vulnerar los derechos humanos garantizados por el derecho internacional, ni para limitar su alcance”. De esta declaración -que como toda declaración no significa compromiso jurídico por parte de los Estados- se pasó a la Convención, que sí significa compromiso jurídico de los Estados que la firmen. En octubre del año 2005 la Unesco aprueba la Convención sobre la Diversidad Cultural, que entró en vigor en diciembre del 2006. Es bueno destacar que la Red de Organizaciones Afrovenezolanas fue la única organización social que levantó y estimuló al Estado venezolano para que aprobará esa Convención, como rezan en las seis líneas estratégica de esta organización en el año 2002. Sin embargo, es hoy la organización discriminada y excluida del sistema cultural del Ministerio de Cultura, a la cual el Ministro Héctor Soto no ha respondido, este hecho va en contra de la diversidad cultural y sus formas organizativas. Fue en esta Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales donde se define la diversidad cultural como “la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades.
La diversidad cultural se manifiesta no sólo en las diversas formas en que se expresa, enriquece y transmite el patrimonio cultural de la humanidad, mediante la variedad de expresiones culturales, sino también a través de distintos modos de creación artísticas, producción, difusión, distribución y disfrute de las expresiones culturales, cualesquiera que sean los medios y tecnologías utilizados”. Nuestro país es firmante de la Convención, lo cual es conexa a la legislación nacional, para lo cual será necesario hacer una ley sobre la diversidad cultural. Propuesta hecha también por la Red de Organizaciones Afrovenezolanas ante el centro de la Diversidad Cultural que dirige Benito Yrady. En definitiva, la diversidad cultural como concepto se corresponde a la vida cotidiana de nuestro modo de ser ancestral (afro-indo-europeo) enriquecido con las innovaciones, creativa generado desde nosotros mismos, evitando cualquier tipo de imposición cultural exógena, que vaya en detrimento de nuestra soberanía intelectual y cultural. El Día Mundial de África Este día se institucionaliza el 25 de mayo de 1963 por la creación de la Organización de la Unidad Africana. Nosotros hijos e hijas de la diáspora africana conformamos lo que se llamaría la sexta región, pues somos más de 150 millones de afrodescendientes en las Américas y el Caribe.
Hoy África es un continente complejo, donde de los 50 países más pobres del mundo, 40 están África, 50 millones pasan hambre crónica, 200 mil niños son utilizados como soldados, esclavizados y para la prostitución, 78 millones de niños están fuera del sistema escolar, más de 8 millones de personas han muerto producto de los conflictos en los últimos diez años. Pero África también es el continente de los recursos estratégicos como cobalto, gas, petróleo, uranio, estaño y recursos naturales. Hoy África está retomando con mucho dolor y esperanza el norte de sus soberanías. En ese sentido, el proceso bolivariano con sus políticas de la construcción de un mundo multipolar ha afianzado, a través del Viceministerio para África un relacionamiento horizontal, como parte de esa deuda moral e histórica que tenemos con el continente madre.
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